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Mitos y Leyendas

Mitologia Romana

¿Que es la Mitología Romana ?

La mitología romana, es decir, los habitantes mitológicos de antiguas creencias, Roma puede considerarse como formada por las partes. La primera, especialmente posterior y literaria, consiste en su totalidad en nuevos préstamos de la mitología griega. El otro, la mayoría de las veces viejo y cultica, en función muy diferente de las formas equivalentes griegas.

Naturaleza de mitos antiguos romanos: Los romanos tenían narrativas no sucesivas sobre sus dioses comparables a Titanomaquia o la seducción de Zeus por Hera hasta que sus poetas comenzaron a adoptar los modelos griegos en el último período de la República romano. Sin embargo, si tenían, era: un sistema altamente desarrollado de rituales, sacerdotes panteón de escuelas de dioses y relacionados; Un rico conjunto de mitos históricos sobre la fundación y elevación de su ciudad por parte de actores humanos, con ocasionales intervenciones divinas.

El modelo romano implicaba una muy diferente de los griegos en la definición y la configuración del diseño de los dioses. Por ejemplo, en la mitología griega, Demeter se caracterizó por una conocida historia de su dolor por el secuestro de su hija Perséfone en manos de Hades.

Los antiguos romanos, por otro lado, concibieron el equivalente de Ceres como deidad con un sacerdote oficial llamado Flamen, Flamines, Fife de Júpiter, Marte y Quirinus, pero superior a los de Flora y Pomona.

También se considera agrupados en una tríada con otros dos dioses agrícolas, Liber y Libera, y la relación de los dioses menores con funciones especializadas que asistió sabíamos: Sarritor (escarda), Messor (cosecha), Convector (transporte) conditor ( almacenamiento), Insitor (siembra) y varias decenas más.

Por lo tanto, la mitología romana arcaica, al menos en relación con los dioses, no hizo alboroto, sino más bien las interrelaciones complejas entre el entrelazado y los dioses y los seres humanos.

Desde el enfoque romano de la mitología, se puede apreciar una amplia gama de personajes, de los cuales se consideran como más importantes aquellos que vivían en el monte Olimpo. Para los romanos, estas deidades supremas influían en la mayoría de sucesos que tenían lugar en la tierra.

Atendiendo a este aspecto, Wilkinson y Philip (2007:38) defienden que “el mundo clásico es el término que define la sofisticada civilización que se inició en la Antigua Grecia y que los romanos asumieron y desarrollaron. Los escritores griegos y romanos recopilaron un gran número de mitos, relacionando las historias de sus dioses con todos los aspectos de la vida, desde el clima y las cosechas a la fundación de las principales ciudades”.

Siglos más tarde, los romanos se hicieron con gran parte de Europa y adoptaron de esta forma gran parte de los mitos que inicialmente fueron griegos. Sin embargo, fueron añadiendo dioses y diosas propias conforme a los mitos de los pueblos que los romanos fueron conquistando.

Gran parte de estos dioses y diosas adoptaban una forma humana y, al igual que esta especie, poseían sentimientos como los celos, el amor o la ira. Además, se representaban como personajes poderosos, por lo que, tanto griegos como romanos, creían que tenían una gran influencia en su vida.

Por este motivo, estos personajes mitológicos eran adorados y respetados por la población, quienes rendían culto a los mismo prácticamente cada día de la semana. Es así, que podemos apreciar cómo el origen de los términos que denominan a cada uno de los siete días están relacionados con un dios o diosa.

La mayoría de los dioses y diosas se encargaban de un aspecto en concreto de la existencia o del cosmos. Por ejemplo, Venus era la diosa del amor, pero Minerva se ocupaba de varios temas, como la guerra inteligente, la artesanía y la sabiduría.

Siguiendo este hilo argumentativo, Wilkinson y Philip (2007) sostienen que “los dioses eran tan importantes en Grecia y Roma que la mayor parte de lo que se conserva de la época clásica está relacionada con su mitología, como los templos, donde se adoraba a los dioses; los teatros, donde se representaban obras en su honor; los altares, donde se realizaban las ofrendas, y los objetos decorados con escenas mitológicas.

Tras la caída de Roma, en el siglo V d.C., la popularidad de los mitos disminuyó. Durante el Renacimiento, en el siglo XV, en Europa se reavivó el interés por ellos: los artistas volvieron a pintar sobre temas mitológicos y los poetas clásicos se tradujeron a los idiomas europeos modernos”.